Querido yo

Hace mucho tiempo que había dejado de lado este foro (2016) tenía catorce años y creía que el mundo se me venía encima.
Ahora que tengo veinte años, y que hecho una vista a mi pasado, me compadezco de mi misma; tuve un mal psicólogo, que cuando vio que al parecer estaba ''limpia'' dejo de llamarme.
Aprendí que la autolesión que practicaba era porque no tenía ningún acceso al alcohol o sustancias. Y cuando las tuve..., bueno, me hacía creer que todo estaba bien, pero solo fue temporal.
¿Cuándo fue? quizá cuando me gradué de bachillerato, me di cuenta que en realidad, jamás estuve limpia; había dejado de lado la autolesión (cortadas en mi antebrazo, piernas o abdomen) pero me seguía hundiendo y lo noté hasta que me quede sola.
Dependía de mis amigos para estar limpia, y es más triste de lo que parece.
Mi ansiedad siempre me persiguió, he incluso se hizo mi mejor amiga hasta el día de hoy, aprendí a convivir con ella y a tener un circulo vicioso, apartó a mis amigos de mi lado porque me decía que yo no era suficiente para ellos o que simplemente, yo no podría tener vida social fuera de mis cuatro paredes.
Me ha susurrado al oído que nada va a salir bien de mis decisiones, que todos me ven como algo inferior y que me estoy quedando muy atrás. En el pasado, esta misma me decía que ni en chiste lograría entrar a una universidad, mientras mi depresión me recordaba constantemente que no lograría llegar a los veinte.
Estudio en una buena universidad y tengo veinte años; me felicito por ello cada que lo recuerdo, aunque, gracias a mis pensamientos de antes, estudio algo que no me gusta del todo y que no me visualizo dedicándome a algo que ame, porque ni siquiera sé que es lo que me gusta.
Soy un extraño para mi mismo.

Muy pocos saben lo que pasa por mi mente y los planes que tienen para mí la ansiedad y depresión.
Al paso del tiempo he comprendido que no a todos se les puede salvar, es algo que me dejó muy mal sabor cuando era niña, y obviamente no lo comprendía y repudiaba la idea que si alguien cercano a mi partía por voluntad propia, era algo que tuviese que aceptar o que no había algo más que hacer. Ahora lo entiendo Alexander, tardé mucho tiempo en comprender que no había mucho que hacer, porque lo habías hecho todo y que si tú estabas bien con eso, yo también, aunque de vez en cuando te extraño tanto que siento hacerte visitarme dentro de mis sueños.

Lo entiendo porque ahora sé que si alguien quiere morir a pesar de que se intentó todo, tiene derecho a partir dignamente; hay veces en las que es inevitable. Y me da miedo a llegar a ese punto de vuelta en el cual deje de darme miedo morir y me de más miedo vivir. Aún no quiero morir, pero temo que ese miedo se vaya.
Solo espero que si ese día llegase, mi mejor amiga lo pueda comprender; que conste qué lo intenté con mucho valor y que no se sienta de la misma manera en la que yo me sentí en el pasado al haber perdido a mi ex pareja.

Ahora solo me queda luchar contra todos mis problemas, espero poder con todos ellos; buscaré ayuda de nuevo, porque sé que esto es más grande que yo, y que inevitablemente tendré que buscar apoyo para descansar y saber cual será mi próximo paso.
Aunque quizá este sentimiento de valor parta para el día de mañana, quiero intentarlo una vez más, porque sé que me merezco más.
Quiero estar limpio.

Tengo tanto que decir pero aún no estoy listo para ello.

Creo que este mensaje va más para mi misma que para el público; así que no hay necesidad de comentar.
Gracias si leíste todo esto, y espero que pueda ayudar a alguien de alguna forma.